Mis amigos de Internet

Ayer leía un artículo en The Guardian que presenta un estudio según el cual los usuarios de redes sociales tienen el doble de amigos en la Red que en la vida real. Poco me parece. Según el mismo estudio, un usuario promedio tiene 121 amigos online mientras que únicamente tiene 55 amigos reales. ¿55 amigos reales? ¿Quién tiene 55 amigos reales? Si yo tuviera 121 ciberamigos, ya serían 110 más de los que tengo en la realidad. O a lo mejor 120. El concepto de “amigo” en la Red es el mismo que puede uno tener cualquier mala noche que ha tomado un par de copas y va abrazándose a sus conocidos por los bares. Las redes sociales viven en un estado permanente de exaltación de la amistad.
Cuando nos damos de alta en Facebook, Twitter o cualquier otro engendro similar, nos entra una ansiedad desmedida por encontrar amigos, conseguir followers, tener contactos, ser alguien en la red a la que acabamos de acceder, en definitiva. Esta fiebre generalmente dura unas cuantas horas o días, pero existe el riesgo de que se instaure como una enfermedad crónica. Parece que hay quien piensa que es más guay por tener más amigos virtuales. O eso, o existen verdaderos monstruos sociales que conocen a 1000 personas y mantienen relación con todas ellas. Como siempre, un fiel reflejo de la sociedad actual: La cantidad prima sobre la calidad.
Las redes sociales tienen algunas cosas buenas y otras muchas malas. Están bien si se usan sin perder la perspectiva. Por ejemplo, nos permiten mantener el contacto con personas de las cuales posiblemente nos hubiéramos olvidado hace años si no fuera porque las tenemos agregadas como contactos. No tenemos una relación muy directa con ellas, no solemos hablar a menudo, pero de alguna forma sabemos que siguen ahí. Tenemos una referencia. Sabemos si se han casado, si han tenido hijos o si se han comprado un coche nuevo. El problema es cuando se tiende a convertir las relaciones sociales en ciberrelaciones. El abuso de las redes sociales puede llegar a superficializar la relación con nuetros amigos, es decir, puede convertir a un amigo de toda la vida en "un amigo más de Facebook". Parece que seguimos en contacto con ellos, porque les “damos un toque” casi todos los días, pero ¿cuánto tiempo hace que no quedamos para tomar algo?. Llamábamos por teléfono para felicitarles por su cumpleaños, o por Navidad, y esa llamada era una excusa para charlar y ponerse al día. Ahora les escribimos una felicitación en su muro y a lo mejor les enviamos una tarta virtual. Sí, tenemos contacto con mucha gente a través de las redes sociales, pero en una gran mayoría de ocasiones es contacto de escasa calidad. Entiéndaseme bien, no digo que esté mal comentar lo guapo que está el bebé de fulano o lo pedo que iba mengano en la cena de su empresa, pero no dejan de ser trivialidades dichas al aire a sabiendas de que mucha gente las está leyendo.
Seguro que muchos habeis visto el episodio acerca de Facebook de Qué vida más triste (Mi vida como Facebook). Es un poco largo, pero si no lo has visto merece la pena, y refleja al pie de la letra y con bastante gracia, por cierto, este fenómeno: 

Todos tenemos vidas complicadas y muchas obligaciones que atender, trabajo, estudios, hijos y un largo etcétera que nos dejan muy poco tiempo libre al cabo del día, y gran parte de ese tiempo lo invertimos en Internet. No es nada malo, pero quizás hay veces que deberíamos pensarlo dos veces antes de comentar el estado de alguien y en lugar de eso (o además de, que hay una reputación que mantener en la red) llamarle por teléfono para charlar un rato. O quedar para tomar un café y enseñarle las fotos de nuestro último viaje en lugar de enviarle un enlace a nuestro álbum en Flickr.


 



Tomar unas copas con los amigos: No tiene precio.

Para todo lo demás: Facebook (o Twitter, o Tuenti…)

Comentarios

euti ha dicho que…
Qué pesimista macho... es cierto que la calidad de los contactos en la red es escasa, por su falta de conversación (no sólo por las palabras, también por la falta de contacto visual por ejemplo). Pienso como tú respecto a lo de 121... contactos en Facebook debo tener como 50, y ya son de más...
El Ceres ha dicho que…
Bueno, lo que me faltaba era que me lamases pesimista tú a mí ;)
Admítelo, el 99% de las cosas que se dicen en Facebook son chorradas, lo cual es normal, que hay mucha gente leyendo. Está bien como entretenimiento, pero poco más.